El Aeropuerto Corporativo de Seattle es reconocido terreno neutral para todas las corporaciones. Construido hace años entre todas ellas, es el que usan las corps para los aterrizajes y despegues de los aparatos más grandes, que no pueden aterrizar en sus aeropuertos privados.

El edificio es enorme, una enorme construcción de forma alargada y escasa altura situada en el extremo sur de la ciudad, cerca de Fort Lewis. El parking delantero tiene cavidad para doscientos coches, aunque raras veces pasa de los cincuenta. El edificio en si es mayoritariamente de cristal blindado, con escasas paredes de ladrillo reforzado, pintadas color crema o amarillo suave.

El interior es una única y enorme sala. No hay stands de ninguna compañía aérea ya que en este aeropuerto no se pueden comprar billetes, o se tienen o no. Es habitual cruzarse aquí con miembros de todas las corporaciones: unos japoneses con el logo de Mitsuhama camino de su avión, unos cuantos Samurais Rojos que protegen a un ejecutivo de Renraku en la cafetería, los científicos de Novatech recién llegados cargados de maletas, un grupo de agentes de Aztechnology... Normalmente, la actitud entre empleados de distintas corporaciones suele ser la indiferencia, aunque ocasionalmente se cruzan insultos y amenazas; en estos casos, interviene el equipo de seguridad del aeropuerto que suele devolver la calma a la situación sin problemas.

Nadie intenta atentados aquí. A parte de los magníficos y modernísimos sistemas de seguridad del aeropuerto y su grupo de seguridad, es habitual que los agentes de seguridad, operaciones especiales y demás de las distintas corporaciones abandonen sus rencillas internas y defiendan el aeropuerto como una sóla unidad. Algo a lo que nadie quiere enfrentarse.

En este edificio hay numerosas tiendas, como en todos los aeropuertos, a parte de tres cafeterías. Estas tiendas suelen contener lo que tienen todas las tiendas de aeropuertos, aunque suelen tener los logos de las coporaciones a las que pertenecen bien a la vista. Así, cuando el padre lleve la taza de recuerdo a sus hijos, ellos tendrán una taza de Yamatetsu Seattle, a unir con las que tienen de Yamatetsu África, Yamatetsu L.A., etc.

Por último, las pistas son cuatro, dos de despegue y dos de aterrizaje. Estas pistas son lo suficientemente largas y están adecuadamente preparadas para aceptar vuelos sub-orbitales de cualquier parte del mundo. Los hangares están al sur, perteneciendo cada uno a una corporación y sin que las demás tengan acceso a él.