14-6-2056: Stalker recibe una llamada de Don Antonio Verucci, un Capo contacto suyo. El señor Verucci le pide que se reúna con él en el Pequeña Italia, un restaurante caro. Allí, a la hora del aperitivo, le explica que quiere que entre en la prisión amotinada y que elimine a Ikoni Akida con una bala de oro que él le dará. Luego cogerá un chip y se lo traerá. Todo esto, por 200 de los grandes, con los que puede reclutar más compañeros, porque los necesitará. Stalker acepta, y llama a Smity, Sepherim, Góldar y Freedrive. Luego le dice a Nailer que quiere contratar a dos runners y el fixer le pone en contacto con Punisher y Ying-Yang. Así todos reunidos (salvo Seph, que ya estaba en la Matriz buscando los planos de la prisión), Stalker los pone al tanto del trabajo (sin mencionar la bala de oro) y todos aceptan. Inmediatamente, se traza un plan. Se dirigen a la zona y, por el camino, Goldar emplea clarividencia para encontrar al objetivo. Cuando ya casi han llegado, llaman al tecnomante y este, se conecta al nodo de Lone Star e introduce identidades falsas en su base de datos para todos los que van a entrar, poniéndolos como agentes especiales. Así, los polis del cerco no les ponen problemas para entrar. Los runners entran por la azotea del edificio de máxima seguridad tras abrir un boquete en una pared para las sondas. Ellas colocan un perímetro defensivo en torno a la entrada, siendo destruidas todas menos tres en un rato. Mientras, los otros entran por la azotea y avanzan superando distintas emboscadas, mientras las sondas se deciden a entrar. Avanzan hasta que, ya en la zona de celdas, son abatidos por dos presos en los pasillos superiores. Entonces, Sepherim les llama y los advierte de que la policía ha lanzado su asalto. Mientras, en el exterior, los agentes de Lone Star encuentran a Freedrive y la arrestan. Medio muertos y con Goldar debatiéndose en los límites de la vida y la muerte, retroceden. Le piden al tecnomante que vuelva a activar sus identidades como policías (ya que el nodo policial ya se dio cuenta de que no eran pertinentes y las había borrado) y poco después se encuentran con un grupo de SWAT, a los que convencen de que son de los suyos. Los SWAT, tras verificar sus identidades, dejan que su propio mago los cure con hechizos. Además, se las arreglan para que suelten a Freedrive en el exterior (ya que habían visto las sondas apagadas). Mientras, Sepherim llama a Nailer de parte de Stalker para contratar apoyo mágico y el fixer les envía a Vórtice, que se pone en marcha al momento y llega allí poco después en un taxi aéreo. Entonces, Góldar lanza el conjuro de caos, para evitar que los SWAT reciban una llamada diciendo que los runners no son los agentes especiales que se supone que son. Así, ambos grupos continúan avanzando hacia su objetivo, mientras las sondas abandonan la prisión con Freedrive, hasta que sus compañeros la avisen de que los saque de allí. Mientras los asaltantes se introducen más y más en los bloques de celdas, Vórtice llega a la prisión y, con los planos que Sepherim le consiguió del alcantarillado, se introduce por él y llega al almacén, donde tiene un pequeño tiroteo con los presos que lo vigilaban. Luego sube a la azotea y ve que hay varios francotiradores de los SWAT apostados en los techos de los distintos edificios. Así que intenta pasar desapercibido, pero no lo consigue y se ve forzado a esconderse contra una pared. Mientras, los demás, llegan a la sala donde está el objetivo. El asalto a la sala es perfecto y, antes de que los ocupantes puedan devolver el fuego, los objetivos son abatidos por los runners y los SWAT, dejando en pie tan sólo al objetivo. Tras obtener el chip, se establece una discusión entre ambos grupos respecto a la posesión del chip, ya que los SWAT también estaban en su búsqueda. Al final, se soluciona con un sangriento tiroteo del que no sobrevivió ningún agente de policía. Luego liquidan al yakuza con la bala de oro. Es entonces cuando otro grupo de runners los ataca desde fuera, lanzando gas somnífero en la sala. Sin embargo, el grupo es capaz de controlar la situación y los eliminan. Así que, gracias a usar el conjuro de Clarividencia, ven que bajo ellos pasa el alcantarillado. Con su último explosivo plástico, abren un acceso al subterráneo y se marchan, igual que hace Vórtice al verse rodeado en el exterior. Abajo, en las alcantarillas, encuentran un shamán rata que los lleva a una salida segura, consiguiendo estafarlos de paso. Así que llaman a Don Verucci y arreglan una cita en un callejón. Stalker es el único que va a la cita, mientras que sus compañeros lo esperan en una furgoneta aparcada cerca. Sin embargo, mientras el mafioso está comprobando que el chip es el correcto, dos coches entran disparando en el callejón. Los mafiosos se ponen a cubierto y abren fuego contra los atacantes. Los otros, que esperaban en la furgoneta, oyen los disparos y, viendo que había posibilidades de que se quedasen sin cobrar al morir el contratante, se lanzan al asalto tras los atacantes. De pronto, tras los mafiosos, aparece un hombre que, tras apartar a Stalker del camino, le quita el ordenador con el chip a Don Verucci (que había recibido un balazo en la pierna de un francotirador). Stalker consigue darle un tremendo hachazo al ladrón, pero este logra escapar vivo gracias a que un francotirador le destroza la rodilla al runner. Es entonces cuando, viendo que el chip había sido robado, los atacantes vuelven a los coches y se preparan para huir, pero no lo llegan a hacer al ser destrozados ambos vehículos por el fuego combinado de Smity y las sondas de Freedrive. Mientras tanto, Punisher y Vórtice ascienden a las azoteas y abren fuego contra dos francotiradores, con tan mala puntería que los otros se dan la vuelta y tumban al primero y malhieren al segundo. Stalker, mientras tanto, se arrastra al interior del edificio donde desapareció el ladrón y, aunque intenta seguirle durante un rato, al final se da por vencido y vuelve con sus compañeros. Es entonces cuando Verucci le contrata para recuperar el chip y él acepta. Sin embargo, cuando le traen al único atacante herido que hay, decide que está demasiado cansado como para interrogarlo y los deja liquidarlo ahí mismo. Es entonces cuando llegan las ambulancias de DocWagon y se lo llevan, junto con los dos runners de las azoteas.

15-6: los miembros del grupo que están fuera del hospital se esfuerzan en conseguir encontrar al ladrón, mas al final se dan por vencido al verse en un callejón sin salida.

16-6: Don Verucci va a hacerle una visita a Stalker al hospital, donde este le dice que, aunque sus compañeros han estado buscando afanosos, les ha sido imposible localizar al ladrón. El Don le dice que no hay problema y se marcha y, aunque no lo sabe el mercenario, se siente muy decepcionado. 

20-6: a Stalker le dan el alta en el hospital.

21-6: a Vórtice le dan el alta en el hospital.

22-6: ese día por la mañana, una preciosa elfa se acerca a Goldar mientras este sale de casa. Se presenta como Daisy Quallion y le dice que ha oído que es un runner y que quiere contratarlo. Es un trabajo rutinario de ir a recoger unas cosas, y quedan juntos en la tienda de la chica (cercana a la casa del mago) poco después de medianoche, con cualquiera que quiera llevar para que le ayude en el trabajo. Así pues, a la hora convenida, se presentan allí Vórtice (que se queda en la azotea, ya que se huelen una trampa), Sepherim, Stalker, Ying, Nagarë y el mago. Ella les explica que quiere que vayan a un paso cercano a Denny Creek a recoger unas cosas que le traen los contrabandistas de Pentágono y que ella no puede ir a recoger porque no estará en la ciudad esos días. Mientras Stalker intenta flirtear con ella, ella les cuenta que tienen que entregar cuatro cajas y recoger otras tantas. Así que, tras acordar un pago de 5.000 Y por cabeza, ellos se marchan al piso franco del grupo a dormir hasta la mañana siguiente en que Sepherim les consiga alquilar un coche.

23-6: Sepherim piratea la base de datos de una compañía de alquiler de coches para que un todoterreno aparezca como reservado para Tim Simmons y introduce esa identificación en su credistick. No harían comprobaciones. Así que, todo el grupo, llega a la frontera, con Ying yendo detrás en su moto de cross. En la frontera tienen algunos problemas para cruzar pero al final lo solucionan con un buen hechizo de manipulación mental y una identidad temporal en las bases de datos. Así que llegan a Denny Creek sin problemas, donde pasan unas horas descansando para que Goldar se reponga completamente. Después continúan su camino hasta que llegan a un claro con un t-bird en llamas, el lugar donde habían quedado con los contrabandistas Pentágono que, aunque al principio les disparan un poco, en seguida se arregla todo y charlan con el grupo. Los convencen para que los ayuden a recuperar la mercancía de Daisy diciéndoles que hablaran bien de ellos a los demás del gremio. Así que, todos juntos, fueron hacia donde habían huído los Guerreros del Diente. Llegaron a una granja, en cuyo granero estaban dándole una paliza a unos contrabandistas de otro grupo, el de Denver Bob. Mientras observaban la escena, vieron a un poderoso espíritu observando como un troll sacaba a un humano de su casa a la fuerza. Se disponían a atacar cuando, de pronto, se encontraron caminando de un lado a otro sin poder evitarlo. Así que los Guerreros del Diente los apresaron y se los llevaron a todos a su campamento. Allí, mientras todavía estaban atados, Nagarë y Goldar estuvieron hablando con el Anciano, el poderosísimo espíritu, y consiguieron convencerlo de que les soltase los grilletes, aunque les dijo que no participaría en la contienda que iba a comenzar. Así que comenzó el combate, y acabó muy rápido. Orcos y trolls no eran rivales para la magia y la habilidad en combate de los runners. así que, una vez liberados todos, se reunieron y fueron a donde habían dejado las cosas. Denver Bob y los suyos se llevaron a los de Pentágono mientras el Anciano Colorines les pedía a los del grupo que lo dejaran acompañarlos. No tuvieron problemas en cruzar la frontera, que se hallaba en verde.

24-6: esa noche llegó Daisy a la ciudad y ya se reunió con el grupo. Tras pagarles lo que les debía, el Anciano anunció que se quedaría con ella, así que se despidió de los runners.

27-6: Sepherim lo arregla todo con Michael Moorcock y se cambia de piso a uno de nivel medio en las cercanías del piso franco del grupo.

30-6: esa mañana, todos los del grupo se encuentran con una tarjeta bajo la puerta. Pese a lo que parecía, no llevaba ningún tipo de publicidad, simple y llanamente, un dibujo de un espejo.

1-7: ese día, Sepherim, Nagarë, Stalker y Goldar reciben una llamada de Nailer, para un nuevo trabajo. Sólo sabe que cobrarán 10.000 y que tienen una cita a medianoche en el Club Penumbra. Así que, ese mediodía, se reúnen en el club con un hombre de mediana edad que les explica que quiere que recuperen un collar de la Esfinge, en Egipto. Les da las instrucciones y ellos aceptan el trabajo. Cogen el avión de la tarde para Egipto y llegan allí tarde por la noche, tras que Stalker no lograse ligar con la chica que estaba sentada al otro lado del pasillo. Allí los recibe su enlace, que los lleva a todos al hotel a descansar.

2-7: son llevados por el enlace a la Esfinge, quedándose él fuera esperando. Ellos entran y, siguiendo el mapa, son capaces de llegar al pasadizo que no habían encontrado expediciones anteriores. Se introducen en él y, tras superar numerosas trampas y ver diversos fenómenos mágicos llegan a la sala donde descansa la momia. Durante el trayecto, Nagarë había hablado en varias ocasiones con un espíritu que se había negado a realizarle ningún servicio. Al llegar a la sala, ese mismo espíritu se presentó ante ellos y les dijo que no podrían escapar si cogían cualquier cosa, pero que les indicaría la salida si no cogían nada. Fue entonces cuando se dieron cuenta de que la puerta se había cerrado tras ellos. Hablaron con el espíritu y este les comentó que no podía dejarlos salir con nada debido a un objeto que había en la Esfinge y que lo mantenía atado mediante su nombre verdadero. Así que, ambos magos juntos, fueron a donde estaba el objeto y lo lograron destruir, liberando así al espíritu que los dejó marchar con lo que quisieran, claro que en la sala sólo había el collar y una arpa que tocaba sola. Así que, de camino a El Cairo de nuevo, vieron como iba a comenzar un enfrentamiento en la arena entre un ejército de Mitsuhama y otro de Seader-Krupp, aunque fueron capaces de alejarse antes de que los proyectiles los alcanzasen a ellos. Y así, pasaron la noche en la ciudad, aunque Stalker se fue con el guía de fiesta por ahí.

3-7: volvieron a Seattle y se reunieron con el Johnson para entregarle el collar. En el Penumbra, el contratante les pidió sus números de teléfono porque probablemente iba a necesitar de sus servicios de nuevo y así no necesitaba llamar al fixer para que lo pusiera en contacto con ellos. Y así, ellos se lo dieron y se separaron del Johnson. 

4-7: al levantarse por la mañana, Stalker, Sepherim, Nagarë y Goldar se encontraron con una tarjeta-entrada para el Dante's Inferno así como un credistick certificado con valor de 5.000 neoyens. La cita era con un tal Marcus Butter a medianoche para una cuestión de negocios. Así que allí fueron los cuatro y bajaron hasta una de las salas privadas más exclusivas del club, en la planta más baja de todas. Allí les explicó que quería que fueran a una subasta de su parte y que pujaran por un artículo: un labrado titulado El Judío Errante. Les explicó la leyenda y negociaron el cómo se haría y el precio. Finalmente, Marcus se marchó, dejándolos para hacer los planes para los días siguientes, pues la subasta era el sábado.

5-7: el grupo se dedico a conseguir las cosas que necesitarían, un furgón blindado, ropa de etiqueta, identidades temporales para entrar y ese tipo de cosas.

6-7: Nagarë y Goldar fueron los que entraron en la subasta. Allí, tras relacionarse con la gente un rato, se sentaron y comenzaron a pujar. La puja ascendió astronómicamente, pero, finalmente, fue para ellos ya que no tenían límite de presupuesto. Así que abandonaron la subasta cuando acabó y se marcharon todos en el furgón blindado hacia el puente desde el que el labrado debía ser lanzado al río. Arrojaron el cuadro como estaba planeado, cuando vieron aparecer una lancha con tres motos de agua, que iban en dirección al cuadro. Abrieron fuego y no tuvieron problemas para liquidarlos entre las balas y los conjuros, pero no fueron lo suficientemente rápidos como para evitar que una de las motos les alejase el cuadro considerablemente. Y en ese momento subió el submarino. Un pequeño submarino militar emergió del agua y comenzó a prepararse para recoger el cuadro. El combate fue grande entre el submarino y los runners, ya que el submarino tuvo muy mala suerte y sus ametrealladoras se encasquillaron. Sin embargo, al final, los runners fueron incapaces de recuperar el cuadro y el submarino abandonó la bahía con el sonido de helicópteros cerca. El grupo abandonó el punete y allí encontraron al señor Butter, que les dijo que quizás estuviesen interesados en un nuevo trabajo. Lo negociaron y, tras cobrar el anterior, quedaron a la mañana siguiente en un barucho de camino al aeropuerto.

7-7: en el barucho no estuvieron sólos. Castity, Ying y Freedrive aparecieron también por allí. Así que Butter les comentó que había que ir a Europa en avión a recuperar algo, nada en lo que se esperasen problemas. Así que el grupo, tras negociar el precio convenientemente, aceptaron el trabajo. Durante todo este tiempo, y el que vendría después, Castity se mostró muy "interesada" en el Sr. Butter, para fastidio de Stalker. En el vuelo de camino a Alemania, Marcus les explicó que había que abrir la tumba de un hombre para recoger de allí un manuscrito. También les contó muchas más cosas. Así que, finalmente, le dijeron a los miembros del grupo que habían de lanzarse en paracaidas y comenzó el caos, pues tanto Nagarë como Goldar se negaron en redondo a arrojarse. Finalmente, a la fuerza, los demás consiguieron que se lanzasen y todos aterrizaron en Alemania sanos y salvos, aunque más de uno estuvo a piques de ver cómo su paracaidas se volteaba y lo arrojaba a la muerte. Así que pusieron rumbo al primer pueblito marcado en el mapa y llegaron allí unas horas después. Se fueron directos al cementerio y enviaron a un espíritu a comprobar si había algún manuscrito enterrado en el cementerio. No lo había, así que el grupo abandonó el pobladito y fue hacia el otro.

8-7: llegaron al segundo pueblito, que era más grande que el primero. Allí buscaron el cementerio y se toparon con que era muy moderno. Tras comprobar que no había ningún manuscrito allí, preguntaron al encargado y les dijo que había otro cementerio más antiguo, donde estaban construyendo una nueva sede de Mitsuhama. Así que allá enviaron un espíritu, pero este no volvió. Los magos fueron en proyección astral y se dieron de bruces con que Mitsuhama había colocado un grupillo de elementales haciendo la ronda junto con un par de guardias normales. Así que rastrearon los elementales hasta el mago que los había invocado y Nagarë lo mató con los hechizos e invocaciones necesarios, haciendo que se estrellase con su coche contra un supermercado y matando a varios civiles. Sin embargo, ese ataque provocó una movilización de la guardia local y los militares comenzaron a patrullar la sede. Así que el grupo esperó a la noche para entrar, aprovechando para comprar mucha cerveza. Goldar se las arregló para emborrachar a los guardias que había fuera, quedando él también bastante borracho. Mientras, los demás entraron y comenzaron a buscar la tumba. Finalmente, cuando Sepherim vio que Goldar estaba demasiado borracho, salió del cementerio y fue a buscarlo, metiéndolo dentro con los demás. Y, cuando finalmente encontraron la tumba ya removida por una excavadora, dos coches entraron a toda velocidad en el cementerio y vomitaron a ocho matones neonazis. Sin embargo, no fueron demasiado afortunados y, nada más bajarse sus ocupantes y sin tiemppo de alejarse, uno de los coches se tragó un misil disparado por Stalker. Los ocupantes del otro coche tampoco duraron mucho más debido a la bola de mana que les lanzó Nagarë. Entraron un par más de coches mientras Ying abría el ataud y se daba de bruces conque, pese a ser el correcto, estaba vacío. Se lo dijo a los demás y, ya con el sonido de un helicóptero encima, les dijo que tenían que huir hacia el tren que estaba anunciándose en la estación. Así que todos echaron a correr, menos Stalker que lanzó un segundo misil y destrozó otro coche y Nagarë, que invocó un espíritu al que ordenó que destruyese todo. Y el espíritu empezó a hacerlo. Así, todos comenzaron a correr hacia la salida del cementerio más cercana, mientras los soldados borrachos combatían con el espíritu y con los neonazis. Y el espíritu acabó con ellos y con el helicóptero y, en el momento en que Sepherim alcanzaba la cima de la valla, el espíritu había acabado con sus objetivos y se volvió hacia él como el siguiente. Gracias a su vínculo mental con el espíritu, Nagarë se dio cuenta de lo que iba a hacer y fue capaz de disponer todas sus defensas mágicas en torno al tecnomante y así anular el conjuro, de manera que el otro elfo nunca se enteró de lo que casi ocurrió. Luego desinvocó al espíritu y corrió tras los demás hacia la estación. Llegaron cuando el tren ya estaba saliendo y rápidamente se agarraron a él y subieron a la azotea. Allí avanzaron un poco, pero mientras lo hacían, fueron capaces de ver cómo un grupo de neonazis se agarraba al tren antes de que fuera demasiado tarde. El combate por el tren fue breve y sangriento y, cuando acabó, los cuatro neonazis habían quedado bien atrás por la vía, o destrozados en alguno de los valles de kilómetros más abajo. Y fue entonces cuando vieron a los dos helicópteros militares que se acercaban al tren y cómo este comenzaba a frenar. Todos, menos Castity, fueron al último vagón del tren, que era de carga. Mientras, la otra fue hacia la cabina a ver qué había pasado. Poco después de que la chica se pusiera a cubierto bajo el tren (tras dase cuenta de lo tonta que era su idea), los helicópteros hicieron descender a las tropas que transportaban. De casualidad, en el vagón de carga al que se subieron, había una trampilla en el suelo, así que los runners la abrieron y se escabulleron bajo el tren. Una vez allí, esperaron a que los otros entraran en el vagón para deslizarse abajo y salir corriendo ladera abajo, tras avisar a Castity de que hiciese otro tanto. Corrieron todo lo rápido que pudieron y los soldados dejaron finalmente de perseguirlos. Así que descendieron al valle y llamaron al señor Butter. Luego montaron un refugio para dormir calentitos mientras el avión venía a buscarlos.

9-7: A mediodía decidieron que estaba claro que el avión no iba a llegar, así que subieron hasta las vías y comenzaron a avanzar por ellas. Tras unas horas, se encontraron con un yeti, que les gruñó. Ellos se le acercaron amistosamente y le señalizaron que si tenía comida. El yeti no entendió nada, pero poco después apareció un hombrecillo cubierto de pieles que le gruñó algo al yeti y este se alejó. Hablaron, medio congelados, con el enano, que les dijo que se llamaba Igarâl y que los llevaría a su refugio después de ayudar a alguien que lo necesitaba, como había profetizado su sueño. De camino a ese lugar, hablaron con el enano, que les contó su historia. Y, finalmente, llegaron al lugar y vieron que se trataba del sitio donde se había estrellado un avión: el del señor Butter. Estaba partido por la mitad. Entraon y vieron que todos los aparatos electrónicos estaban apagados, que había un agujero de bala en el reposacabezas de uno de los sillones (que tenía el cinturón de seguridad cortado a cuchillo) y un pequeño rastro de sangre que salía del avión. Mientras los demás se preparaban algo caliente con lo que había en el avión, Stalker y Sepherim siguieron el rastro y descubrieron a la ciberpiloto de Butter, casi muerta. La llevaron al avión, donde se improvisaron unas parihuelas mientras Igarâl y Goldar lanzaban conjuros de sanación sobre ella. Y así, la llevaron a la cabaña del enano, que los hizo cenar a todos y acostarse.

(12-14)-7: Al final, la chica despierta. A lo largo de los días, mientras ella dormía, los pjs habían leído los papeles que ella llevaba encima y que eran las notas de Butter y el estudioso anterior a cerca del Judío Errante. La interrogaron brevemente y continuaron a lo largo de los siguientes días. Ella les dijo que era miembro de la Alianza del Grial y, en el acto, Stalker y Punisher se interesaron en el cómo podían pasar a formar parte ellos de dicha organización. Y se enteraron por ella, también, de que el Sr. Butter había sido secuestrado y había que ir a rescatarlo. Fue entonces cuando Igarâl les dijo que sabía donde se encontraba dicha fortaleza y que los acompañaría hasta un bosquecillo cercano pero no participaría en el asalto. Así, todos se equiparon y marcharon hacia la fortaleza.

16-7: Alcanzaron finalmente la fortaleza e Igarâl los abandonó tras desearles suerte. Así, todos se acercaron a la fortaleza con un plan muy simple elaborado gracias a los planos que Sepherim había obtenido en la matriz con su conexión vía satélite. Se aproximaron a la puerta y derribaron a los guardias que patrullaban la muralla con los rifles de francotirador que llevaban con ellos. Luego treparon con las cuerdas y derribaron al resto de los que había fuera con el mismo método. Luego, entraron en el castillo y descendieron a los sótanos. Allí, tras un breve y muy coordinado ataque al reducido grupo que había en el centro de operaciones (gracias a que Goldar exploró la sala con proyección astral antes) llegaron hasta el Sr. Butter tras dar orden al tecnomante de que robase todos los datos del ordenador alemán. Mientras desataban al herido Marcus, la alarma saltó. Rápidamente, abandonaron la sala (tras desconectar por la fuerza a Sepherim del ordenador ya que no sabían cómo comunicarse con él) y comenzaron a ascender. Entre tiroteos y explosiones de explosivo plástico que usaron ellos, y cargando también con Goldar que cayó inconsciente tras lanzar una bola de mana, alcanzaron finalmente el helicóptero, a los mandos del cual se colocó la ciberpiloto del señor Butter. Sin embargo, el techo de una de las torres se descorrió revelando un cañón antiaéreo con el que derribaron el helicóptero poco delante de la entrada. Lo abandonaron rápidamente y entraron de nuevo a coger las motos de nieve que habían visto allí. Tras una breve persecución por parte de unos pocos alemanes montados en esquís, finalmente los despistaron y pusieron rumbo Zurich.

17-7: Tras una breve parada en un motel de Zurich, el grupo se dirigió al aeropuerto donde la ciberpiloto de Marcus lo arregló todo para coger un vuelo a París a mediodía. Ya en la capital francesa, y con todo negociado acerca de pagos y demás, los miembros del grupo se dirigen al museo propiedad de Adam Aloné para conseguir el diario y acabar así con el trabajo de una vez. Ya al entrar, Sepherim les informó de que los sistemas de seguridad estaban desactivados, y los demás se dieron cuenta de que tenía razón y de que la puerta de entrada estaba abierta. Sólo se veían los haces de luz proyectados por la linterna del, probablemente, guarda de seguridad en su ronda por los pisos superiores. Así que entraron y rápidamente descendieron al subsuelo, donde buscaron un rato antes de encontrar el cuadro que buscaban y darse de bruces con la revelación de que el pintado allí era el propio Sr. Butter. Así todo, miraron detrás pero vieron que ya había sido abierto y que había una puerta en frente de la que se oían ruidos. Corrieron abajo y, tras recorrer un rato las catacumbas, dieron con los dos neo-nazis que llevaban el diario, y a los que eliminaron sin que pudieran si quiera devolver el fuego. Continuaron por el pasillo y dieron con una lancha motora aparcada al lado de la entrada, con dos neo-nazis más a bordo. Punisher le dijo a Sepherim que se encargase del de la derecha, pero el tecnomante se negó, dejando a todo el grupo sorprendido. Aún así, Punisher se encargó de ambos y, con la lancha, retornaron al hotel, donde el Sr. Butter o Cartáfilus se negó a hablar hasta después de cenar. Cenaron y, después, ya en la habitación del Judío Errante, este admitió quien era y todos procedieron a leer el diario. Cerca del alba, se dieron de bruces con que el Grial había sido ocultado en la Capilla Sixtina por el propio Miguel Ángel. Así que lo arreglaron todo para llegar a la capital de los Estados Pontificios.

18-7: llegaron a Roma donde los esperaba Shinji, un oriental que trabajaría con ellos la última parte de la misión y que, además, haría de guía en la ciudad. Le pidieron lo que hizo falta y se retiraron todos a un almacén que él consiguió prestado. Allí, tras cenar, trazaron planes y consiguieron información, desde los planos del Vaticano a la disposición de cómo llegaba la electricidad a él y lo que tardarían los generadores de emergencia en activarse. Así, trazaron el plan, a ejecutarse al día siguiente.También entraron en él como visitantes para echar un ojo a la zona.

19-7: Una vez todos estuvieron frente a los muros del Vaticano, llamaron al hombre que habían contratado para que cortase la electricidad. Él cumplió su parte y dejó al Vaticano sin corriente eléctrica exterior. Tenían 29 segundos antes de que los generadores auxiliares hubieran restablecido la corriente a toda la edificación. Ascendieron a los tejados y desde allí se acercaron a un patio interior, desde cuyo claustro se accedía a la sala de seguridad. Los guardias del patio interior, seis, fueron silenciados rápidamente en un ataque coordinado perfectamente. La entrada en la sala de seguridad fue igualmente silenciosa, y desconectaron todos los sistemas ya antes de que retornase la electricidad. 12 segundos habían pasado. Freedrive les informó (desde fuera, donde se había quedado con Sepherim y Punisher) de que un grupo no identificado acababa de irrumpir por la fuerza y a lo bestia en el interior del Vaticano. Corriendo, llegaron a la capilla sixtina, a la que se subió Ying para retirar el Grial de su sepulcro en las alturas. Esperaron hasta que, pasados un par de minutos, el adepto lo sacó de su encierro de cal y bajó. Ya con él en la mano, y llorando, Cartáfilus les dijo que tenían que llegar a la Basílica de San Pedro y que allí acabaría todo. Corrieron hasta allí, y, una vez dentro, esperaron a que los neo-nazis entraran, pues ya se los oía fuera armando jaleo. Punisher y la sonda que Freedrive acababa de comprar (el resto las perdió cuando huyeron sobre el tren) corrieron al interior del Vaticano a echarlos una mano. Y, mientras el tiroteo se desarrollaba, Cartáfilus rezaba en el altar y la sangre de Cristo comenzó a derramarse sobre el Cáliz. Finalmente, los neo-nazis fueron eliminados segundos antes de que el judío alzase la copa y bebiese, cayendo muerto al instante. La ciberpiloto recogió la copa y, gracias al hueco que Ying y Stalker habían realizado en la vidriera del fondo de la Basílica, todos pudieron salir por allí, no sin que Punisher fuera eliminado por los elementals descontrolados de Goldar y el mago cayese inconsciente restableciendo su salud. En cuanto a la sonda de Freedrive, le fue imposible salir y fue destruida. Así todo se produjo una larga persecución por las calles de Roma que acabaron con el grupo robando varios coches y motos y huyendo finalmente por los tejados tras haber matado a varios civiles con sus temeraridades. Así que, finalmente, volvieron a Seattle en el avión que el difunto señor Butter les había perparado.

21-7: Nailer llama a Punisher, Ying y Freedrive para preguntarles si quieren unirse al grupo de shadowrunners en el que están sus compañeros y todos, salvo la enana, aceptan. De paso, en una breve discusión, deciden bautizar al grupo Incursión Arcana.

22-7: Nagarë le dice a Sepherim que se tiene que ir de Seattle a Inglaterra para conseguir cosas que son necesarias para aumentar su poder y así conseguir sus fines. En una charla muy emotiva, finalmente, el tecnomante accede a ayudarlo y le consigue pasaje en avión para el día siguiente. Por otro lado, llega a la ciudad Piper, que se asienta y llama a Nailer.

23-7: Nagarë abandona Seattle con la firme convicción de volver más fuerte o no hacerlo en absoluto. Sepherim, sólo una vez más, lo ve subir al avión antes de volver a su casa.